miércoles, 30 de octubre de 2019

Una buena ... by Mark de Zabaleta



“Una buena novela nos dice la verdad sobre su protagonista; una novela mala nos dice la verdad acerca de su autor.”
(Gilbert Keith Chesterton)

domingo, 27 de octubre de 2019

La Microeconomía ... by Mark de Zabaleta


Con la perspectiva Neoclásica se analizaba el comportamiento de las unidades económicas que tomaban las decisiones (familias, empresas…), y este análisis puso la Microeconomía en un primer plano.
El ceteris paribus”(del latín: todo lo demás constante) de Marshall establecía que para analizar un problema económico se debe asumir que todo el resto de los factores permanecen constantes.
Si utilizásemos esta perspectiva, y aparcando todo lo negativo que implica una dictadura ¿podríamos comparar algunos datos económicos de manera independiente?
Si lo hacemos, podemos ver que los datos de 1975 (último año del franquismo) comparados con los actuales podrían dar mucho que pensar.
Un paro del 4% frente a un 24% actual…quede claro que la fiabilidad de las cifras es muy similar a la actual (las estadísticas eran del INEM en vez del SEPE…)
Un IVA del 2% frente a un 21% actual (ni existía IVA…)
La independencia de la política monetaria. España podía devaluar “su” peseta…ahora dependemos de Europa…
El crecimiento del PIB era del 7% frente a un 1,5 actual
El tema hipotecario era mucho más claro. Muchas hipotecas (siempre a tipo fijo) las pagaba la inflación. Y no había desahucios ni deudas eternas con los bancos…
Y los españoles se jubilaban con 65 años (sin tener que haber cotizado 35…)
Nuestra pertenencia al Euro se ha convertido en una “jaula de oro” que fue maravillosa al principio… pero que nos ha encarecido todo.
España e Irlanda tenían en 1975 la misma renta pér capita, y actualmente Irlanda tiene el doble que España.
Decía Groucho Marx: ¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?
Ceteris paribus…

Mark de Zabaleta

jueves, 24 de octubre de 2019

Se consideran sinceros y los ... by Mark de Zabaleta



“Los amigos se suelen considerar sinceros; los enemigos realmente lo son: por esta razón es un excelente consejo aprovechar todas sus censuras para conocernos un poco mejor a nosotros mismos, es algo similar a cuando se utiliza una amarga medicina.”
(Arthur Schopenhauer)

jueves, 17 de octubre de 2019

miércoles, 16 de octubre de 2019

Pecados mayores ... by Mark de Zabaleta



“Entre los pecados mayores que los hombres comenten, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento, ateniéndome a lo que suele decirse: que de los desagradecidos está lleno el infierno.”
(Miguel de Cervantes)

lunes, 14 de octubre de 2019

sábado, 12 de octubre de 2019

No tenía talento ... by Mark de Zabaleta

Giacomo Puccini nació en el seno de una familia en la que muchos de sus miembros habían sido, desde el siglo XVIII, el maestro de capilla de la catedral de Lucca. Tras la muerte  de su padre, Giacomo, pese a no tener un gran talento musical, estaba destinado a seguir la tradición familiar, por lo que enseguida le pusieron a estudiar con su tío Fortunato Magi, ciertamente con pobres resultados…
Fue a la edad de quince años cuando el director del Instituto de Música de Lucca consiguió despertar su interés por el mundo de los sonidos. Puccini se reveló entonces como un buen pianista y organista cuya presencia se disputaban los principales salones e iglesias de la ciudad.
En 1876, escuchó en Pisa la ópera Aida de Verdi, y esto fue una auténtica revelación para él, y bajo su influencia, decidió dedicar todos sus esfuerzos a la composición operística, aunque ello implicara dejar la sacra tradición familiar. Sus estudios en el Conservatorio de Milán con Ponchielli, su maestro, le llevaron a componer su primera obra para la escena, una ópera en un acto estrenada en 1884, le Villi, con un cierto éxito.
Fue con su tercera ópera, Manon Lescaut, con la que Puccini encontró realmente su camino. El estreno de la obra supuso toda una consagración, confirmada por su posterior trabajo, La Bohème, uno de sus grandes logros. En 1900 vio la luz la ópera más dramática de su catálogo, Tosca, y cuatro años más tarde la famosa Madame Butterfly.
Su peculiar estilo estaba plenamente configurado. La tradición vocal italiana se integraba en un discurso musical fluido y continuo en el que se diluían las diferencias entre los distintos números de la partitura, al mismo tiempo que se guardaba un fondo de algunos temas recurrentes, como hacdía Wagner. Además añadía un personal e inconfundible sentido melódico en sus óperas, una de las claves de su gran aceptación entre el público.
Pero tras Madame Butterfly, Puccini inició una nueva etapa, caracterizada por conceder mayor importancia a la orquesta y por abrirse a armonías nuevas, en ocasiones en los límites de la tonalidad, que revelaban el interés del compositor por la música de Debussy.  El músico de Lucca quiso incluso renovar los argumentos de sus óperas, abogando por un mayor realismo.
Todo ello le llevó a que sus nuevas óperas, entre ellas las que integran Il Trittico no alcanzaran, pese a su calidad, el mismo grado de popularidad que sus obras anteriores. Su última ópera, la más moderna y arriesgada de cuantas escribió, Turandot, quedó inconclusa a su muerte…

Mark de Zabaleta


miércoles, 9 de octubre de 2019

Es que lo único ... by Mark de Zabaleta



“Una de las cosas más tristes es que lo único que un hombre puede hacer durante ocho horas, día tras día, es trabajar. No se puede comer ocho horas, ni beber ocho horas diarias, ni hacer el amor ocho horas... lo único que se puede hacer durante ocho horas es trabajar. Y esa es la razón de que el hombre se haga tan desdichado e infeliz a sí mismo y a todos los demás.”
(William Faulkner)

lunes, 7 de octubre de 2019

Un príncipe ... by Mark de Zabaleta



“Un príncipe... Jamás predica otra cosa que concordia y buena fe; y es enemigo acérrimo de ambas, ya que, si las hubiese observado, habría perdido más de una vez la fama y las tierras”
(Nicolás Maquiavelo)

domingo, 6 de octubre de 2019

sábado, 5 de octubre de 2019

El pago con tarjeta ... by Mark de Zabaleta




El pago con tarjeta ha ido poco a poco estableciéndose como algo habitual. Y muchas veces, “tirar de la tarjeta” ha permitido cuadrar muchos finales de mes.
Pero la tecnología evoluciona y ya han aparecido las criptomonedas (dinero virtual) y las redes de blockchain (registro de las operaciones efectuadas… como un notario virtual), además de todo tipo de sistemas para pagos vía app, el famoso bizum etc. con el móvil como “antigua chequera del banco”…
Y los bancos han visto el negocio. En un entorno de tipos de interés a “0” o negativos, hay que seguir ganando (mucho) dinero, y la clave está en reducir costes y aumentar comisiones.
Usted ya puede pagar los recibos desde su cajero, que puede leer el código de barras de lo que tiene que pagar y se lo pasan directamente a su cuenta. Incluso ya anuncian que también desparecerán estos cajeros (en los que hay que gastar para su mantenimiento operativo), como en su día cerraron muchas oficinas, para pagarlo todo desde un móvil.
Y las pocas oficinas que quedan en España irán cerrando, dejando muchos empleados en la calle para incrementar beneficios en las S.A. (Sin Alma) bancarias…
Al final, acabamos metidos en el Euro, que lo encareció absolutamente todo, y llegaremos a un imaginario euro que nos controlará absolutamente todo (cuanto cobramos, cuanto gastamos, dónde hemos estado, nuestras aficiones etc.)
En teoría se trata de “proteger” al ciudadano evitando el uso de dinero físico, y de paso se protege a las Entidades Financieras que crean todo este entramado virtual…
Pero ¿es realmente positivo todo esto? ¿Nos protegen o nos controlan? ¿Llegaremos a pagarlo todo con un móvil?¿Será seguro?
Ya saben aquello de “hecha la ley, hecha la trampa”, y es obvio que esto es aplicable a ese “idílico” mundo virtual. El único problema es que, ante una estafa virtual, ya no podrán ir a quejarse a una oficina, tendrán que llamar con su móvil a una tele operadora virtual que les indicará aquello de “si se trata de Bitcoin pulse 1, si se trata de Rippel pulse 2, si se trata de Ethereum pulse 3”…
Groucho Marx lo tenía claro: “Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cuatro años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cuatro años”

Mark de Zabaleta

jueves, 3 de octubre de 2019

Sino ideas ... by Mark de Zabaleta



“En política, y usted lo sabe tan bien como yo, no hay hombres, sino ideas; no sentimientos, sino intereses; en política no se mata a un hombre, sino se allana un obstáculo.”
(Alexandre Dumas)

martes, 1 de octubre de 2019