He leído en El
Confidencial un interesante artículo sobre Pedro Sánchez, al que equiparan
políticamente con el papel que representó Nixon en su día.
Es verdad que Lenin
popularizó la expresión de “Tonto útil” para justificar las depuraciones de los
miembros del partido cuando llegan a ser molestos.
En el artículo comienza
calificando a Sánchez, antes sus votantes, de “nuestro cínico útil”. Y,
como dijo en 2014 Susana Díaz, “Este chico no vale, pero nos vale”.
Su cinismo es palpable,
y ahora dice que no podría dormir, junto al 95% de los españoles, si hubiesen
pactado con Podemos.
Ha sido un “impostor”
(calificado así por Rubalcaba) útil para echar a Rajoy o para frenar a Vox,
pero, se preguntan ¿de qué sirve a día de hoy Pedro Sánchez?
Porque no ha sido capaz
de formar una coalición de izquierdas, y tampoco vale para pactar con
Ciudadanos. Y es obvio que Pedro Sánchez no tiene mano izquierda para conseguir
algo del PP…
Y
lo comparan con el Nixon de 1972. Era un tramposo y un mentiroso, pero para
muchos republicanos era útil para poner orden en una sociedad rota por
las tensiones raciales, culturales, etc.
Aunque Nixon era un
verdadero manipulador, también fue una de las mentes políticas más fascinantes
del siglo XX (en el artículo aclaran que esta es su mayor diferencia con
Sánchez).
En 1972 Nixon ganó en
49 de los 50 estados de EEUU… pero utilizó tantas trampas, que, al final, le pillaron…
Y cuando Nixon dejó de ser útil, todos sus apoyos y su fuerza política desaparecieron…
Y Nixon fue el primer
presidente americano obligado a dimitir (Watergate).
Lo que queda claro es
que la vieja guardia socialista no le acepta, y un acuerdo con Podemos hubiese
sido el colofón. Y por ese motivo ha “apostado” por las elecciones.
Las bases socialistas
ya saben que no vale, ¿pero seguirá siendo útil?
Mark
de Zabaleta